Diseño y construcción de jardines

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Creamos jardines de cualquier tamaño y en cualquier condición de suelo y clima. Trabajar en un entorno árido y con poca agua disponible ya no es un desafío sino nuestro modus operandi. Creemos que crear un jardín con bajos requerimientos de agua y poco mantenimiento, incluso donde hay abundancia de agua, es lo más ético y sostenible que podemos hacer.

A menudo, en los jardines, la escasez de precipitaciones se percibe como un límite a la imaginación del diseño. Parece que sin lluvias regulares o un sistema de riego automático eficiente y omnipresente, las posibilidades de crear espacios verdes gratificantes, llenos de flores y aromas, quedan descartadas. Este enfoque muestra una comprensión deficiente de la dinámica natural y la inteligencia de las plantas. A partir de una observación atenta de la naturaleza, no separada de una dosis justa de humildad, podemos en cambio volver a repensar esta cuestión, asegurándonos de que las plantas, lejos de ser actores pasivos del proyecto, se conviertan en aliados a los que convencer y en nuestros colaboradores.

El Dry Garden es la expresión de un jardín evolucionado, es decir, un jardín natural. Plantas mediterráneas y/o afines a este entorno, correctamente asociadas y elegidas, acompañarán el recorrido, creando un paisaje dinámico a lo largo de las horas, los días, las estaciones y los años, con una carga de mantenimiento reducida respecto a un tipo de vegetación tradicional y con un mensaje preciso de atención, respeto y comprensión de la Naturaleza, para la comunidad.

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En la base de todo esto sólo puede haber, además de la observación, un estudio atento de las estrategias de supervivencia de las plantas en climas áridos, una larga experimentación, la voluntad de repensar el jardín como una verdadera asociación de seres vivos y también una producción viverística de calidad.

Respecto a este último aspecto, un aspecto muy importante del jardín seco es disponer de plantas jóvenes donde el sistema radicular esté mucho más desarrollado que la copa y se caracterice por un porte vertical, condición útil para un mejor desarrollo en profundidad.

Un trabajo profundo inicial del suelo en el lugar de plantación, además de aflojar su estructura, permitirá que la raíz profundice para buscar la humedad que necesita, en los momentos y estaciones más secas. Al mismo tiempo, un suelo más suelto garantiza un buen drenaje y la ausencia de estancamiento de agua que sería letal para este tipo de vegetación. El mantenimiento de un Jardín Seco será sin duda menor que el de un conjunto verde normal y clásico, dotado de un sistema de riego automático. Las plantas cultivadas en esta situación altamente natural serán más robustas y necesitarán menos cuidados humanos.

Desde el follaje de algunas llegan al suelo sustancias antigerminativas capaces de limitar el crecimiento de otras especies en las inmediaciones. Los aceites esenciales producidos por otros son de hecho una defensa contra los depredadores y, en caso de fuerte evaporación, forman un microclima alrededor del follaje, capaz de reducir la temperatura.