Ceratostigma griffithii

DESCRIPCIÓN DE CERATOSTIGMA GRIFFITHII

Ceratostigma griffithii también se conoce con el nombre de plumbago birmano. De hecho, se trata de una planta perteneciente a la familia Plumbaginaceae, por lo que está estrechamente relacionada con el Plumbago común.

Aunque se parece mucho a su “primo” Ceratostigma willmottianum, Ceratostigma griffithii destaca por la forma redondeada de sus hojas y por su porte más denso y ramificado. Esta última característica le confiere el aspecto de un arbusto más denso y compacto respecto a otros tipos de Ceratostigma.

Ceratostigma griffithii es un arbusto de follaje semipersistente, obovado (es decir, con forma de huevo) y tomentoso (cubierto por un fino vello). La parte aérea de la planta tiende a entrar en reposo vegetativo durante el invierno, pero en primavera desarrolla nuevas hojas, suaves al tacto y de consistencia casi aterciopelada, de un bonito color verde oscuro.

Ceratostigma griffithii es una planta de gran valor ornamental, capaz de iluminar el otoño con un contraste de colores realmente único. En la segunda parte del verano la planta desarrolla una espléndida floración azul cobalto, un color precioso y muy raro en la naturaleza. Sus flores de cinco pétalos, ricas en néctar y sumamente atractivas para las mariposas, permanecen en la planta hasta finales de otoño. Es precisamente en esta época cuando el follaje adquiere un intenso color escarlata que contrasta con el azul eléctrico de las flores. Ceratostigma griffithii es, por tanto, la planta perfecta para darle color a tu jardín durante el otoño, en esa época en la que la mayoría de flores ya han desaparecido.

Este arbusto ornamental es perfecto tanto como elemento de soporte en un parterre mixto como como protagonista absoluto de un borde monoespecífico.

CULTIVO Y MANTENIMIENTO DE CERATOSTIGMA GRIFFITHII

Ceratostigma griffithii prefiere suelos ligeros, pero también se desarrolla bien en suelos pobres y pedregosos. El único requisito fundamental es que el suelo esté bien drenado: de hecho, es una planta que teme mucho el estancamiento del agua, que puede dañar el sistema radicular incluso de forma muy grave.

Esta especie es apta para climas templados: aunque es bastante resistente a las bajas temperaturas, un invierno demasiado duro podría arruinar la planta, impidiendo que florezca el verano siguiente. Por este motivo, lo mejor sería plantar Ceratostigma griffithii en un lugar resguardado de los vientos fríos provenientes del norte.

Ceratostigma griffithii se desarrolla muy bien a pleno sol pero también puede tener un rendimiento excelente en sombra parcial, especialmente en lugares donde los veranos son particularmente calurosos. Es un arbusto capaz de soportar cortos periodos de sequía sin problemas, pero aún necesita riego durante los meses de calor. Si se planta en maceta, el riego debe ser frecuente y regular.

Dado que Ceratostigma griffithii no es una planta de hoja perenne, es importante saber que la parte aérea entra en reposo vegetativo durante el invierno. Esto significa que la planta tiende a secarse por completo durante los meses más fríos, pero comienza a desarrollarse nuevamente a finales de la primavera. Debido a este desarrollo tardío, es muy común asustarse y sospechar que la planta no ha logrado sobrevivir al invierno, pero no temas: con el paso de las semanas volverá a estar llena de un bonito follaje de color verde oscuro. Una cosa importante a recordar es no regar Ceratostigma griffithii durante el invierno, cuando la planta se encuentra en fase de inactividad.

En cuanto al mantenimiento de Ceratostigma griffithii , se aconseja intervenir con podas entre finales de invierno y principios de primavera, antes del crecimiento vegetativo. Dado que las flores aparecen en ramas nuevas, acortar las ramas aproximadamente un cuarto de su longitud permitirá una floración mucho más densa.